El sector de la ingeniería y la gestión de proyectos, donde en INEL contamos con una dilatada experiencia, está evolucionando hacia la digitalización y optimización de procesos con el fin de adaptarse a un entorno más sostenible y resiliente. La metodología BIM (Building Information Modeling) se ha convertido en una piedra angular de la eficiencia y la innovación. Nosotros somos testigos de primera mano de cómo BIM no solo optimiza nuestros procesos, sino que también eleva la calidad y el valor de nuestros proyectos. Pero, ¿qué es BIM realmente y cómo influye en nuestros proyectos?
BIM es una metodología de trabajo colaborativo que permite la creación y gestión de la información de un proyecto de construcción a lo largo de todo su ciclo de vida. Esto significa que cada elemento del modelo no es solo una representación visual, sino que está enriquecido con datos y atributos relevantes: materiales, costos, propiedades térmicas, cronogramas de instalación y mucho más.
Para nosotros, esto se traduce en una fuente de información única y centralizada para todos los stakeholders. Desde los arquitectos e ingenieros hasta los constructores y propietarios, todos acceden a la misma información actualizada, minimizando errores y retrabajos.
En INEL contamos con un departamento in house, liderado por nuestro BIM manager, donde nos encargamos de implementar, cada vez con más frecuencia, esta tecnología a nuestra cartera de proyectos. Esto nos posiciona como una empresa de gran valor añadido y confianza para nuestros clientes.
La implementación de BIM nos permite la detección previa de conflictos, identificando interferencias entre diferentes disciplinas (estructuras, instalaciones, arquitectura), evitando costosos errores en obra y retrasos en el cronograma.
También permite la visualización del proyecto en 3D interactivo, agilizando la toma de decisiones.
Con BIM, podemos extraer automáticamente cantidades y generar estimaciones de costos mucho más precisas y fiables.
BIM nos ofrece una optimización del cronograma del proyecto y un entorno de trabajo colaborativo, donde los equipos pueden intercambiar información y coordinarse de manera fluida, rompiendo los muros tradicionales entre disciplinas.